Los individuos nacidos bajo la influyente constelación de Libra destacan por su apertura y agudeza mental, aunque en ocasiones puedan proyectar cierta inestabilidad. Su vida se teje con una trama de proyectos variados que emprenden con entusiasmo y dedicación. La combinación de diplomacia y disposición para ayudar a los demás constituye un distintivo que, con frecuencia, les vale el reconocimiento y afecto de quienes los rodean. En el mosaico astrológico, el elemento que gobierna a Libra es el aire, otorgándoles una mentalidad abierta y comunicativa. La velita de constelación de Libra, con su contenido de 9 onzas, se convierte en un reflejo tangible de estas características.

Esta vela, cuidadosamente elaborada, se carga con piedras protectoras que potencian las cualidades intrínsecas de Libra. El cuarzo blanco, integrante esencial, actúa como un escudo defensor al alejar las energías negativas y transformarlas en fuerzas positivas, consolidando así un entorno armonioso y equilibrado.

La obsidiana, presente en esta vela, desempeña una función crucial al absorber las energías no saludables del entorno, infundiendo vitalidad al alma y eliminando posibles bloqueos energéticos. Sumándose a esta sinfonía, el ónix negro limpia el aura, transforma y desvía energías dañinas, proporcionando una capa adicional de protección. La pirita, un escudo de energía excepcional, bloquea y corta el paso a la energía negativa en todos los niveles, al mismo tiempo que facilita el contacto con las habilidades personales, estimulando un flujo energético positivo.

Las dimensiones de esta vela son de 9 cm x 7 cm, constituyendo no solo un objeto astrológico sino también un artefacto simbólico que encapsula la esencia equilibrada y positiva de Libra. Esta vela no solo brinda luz, sino que se erige como un canal tangible de energía positiva, simbolizando la armonía y la apertura mental asociadas a este signo zodiacal.