Aries, un integrante de los signos cardinales y simultáneamente un signo de fuego, ocupa el destacado puesto de ser el primer signo del zodíaco, simbolizando así el principio y la creación misma. La velita de Aries, con su imponente contenido de 9 onzas, se convierte en un faro representativo de estos inicios y energías creadoras.

Enriquecida con la presencia de diversas piedras protectoras, esta vela de Aries captura la esencia de sus características astrológicas. El cuarzo blanco, que forma parte de esta composición, actúa como un escudo defensor, alejando las energías negativas y transformándolas en fuerzas positivas.

Asimismo, la obsidiana, que acompaña a esta velita, desempeña un papel fundamental al absorber las energías no saludables del entorno, revitalizando el alma y eliminando posibles bloqueos energéticos. El ónix negro, al sumarse a esta combinación, limpia el aura, transforma y desvía energías dañinas. La pirita, por su parte, se presenta como un excelente escudo de energía, bloqueando y cortando el paso a la energía negativa en todos los niveles. Además, facilita el contacto con las propias habilidades, estimulando de manera positiva el flujo de energía.

Las dimensiones de esta vela son de 9 cm x 7 cm, convirtiéndola en una manifestación única y significativa de las características pioneras y protectoras asociadas a Aries. Esta vela no solo proporciona luz, sino que también se convierte en un canal de energía positiva, simbolizando el inicio y la vitalidad asociados a este enérgico signo zodiacal.